Relaciones comerciales entre México y Brasil: un mundo de oportunidades (lo mismo que el anterior, pero en español)
Relaciones comerciales entre México y Brasil: un mundo de
oportunidades
Mauricio Lambiasi*
Para mi generación, hablar de
México todavía nos recuerda la legendaria victoria brasileña en el Mundial de
1970, donde nuestros hermanos mexicanos montaron una fiesta muy animada, como
si se hubieran llevado la copa. Desde entonces, era muy común decir que
realmente somos hermanos y, prácticamente, eso es todo...
México, sin duda, es un
país con muchos encantos, una naturaleza exuberante, hermosas playas (todo el
mundo recuerda Cancún y Acapulco, pero hay muchas más), una rica cultura
gastronómica e historia y, sobre todo, una gente maravillosa y muy acogedora.
Sin embargo, cuando se
trata de comercio, observamos una gran timidez en las relaciones bilaterales
México-Brasil. ¿Cuál es la razón? Ahí es donde la información se vuelve
bastante inconexa.
El análisis de ambos países
indica que son los dos más grandes de América Latina, tanto en población como
en producto interior bruto; tienen un importante parque industrial,
agroindustrial, de servicios, en gran medida, complementario, lo que daría
lugar a una relación comercial más vibrante.
También hay algunas
diferencias significativas. México tiene de su lado (para bien o para mal), el
extraordinario mercado de consumo que es Estados Unidos, y el acuerdo comercial
llamado USMCA (por sus siglas en inglés) o T-MEC (en español), que sustituyó al
anterior tratado (TLCAN) en la problemática revisión exigida por el expresidente
estadounidense Donald Trump. Esto significa que gran parte de la producción
mexicana se destina a EE.UU. (aproximadamente el 80% de las relaciones
comerciales), lo que en sí mismo supone una dificultad justificada para ampliar
el comercio con otros países. Aun así, México es el país con mayor número de
acuerdos bilaterales en el mundo y muestra una disposición a negociar, con una
mentalidad abierta a las oportunidades.
Brasil, en cambio, tiene
una tradición mucho más cerrada al comercio internacional, buscando en su día
beneficios oficiales, lo que hace que todavía hoy la participación brasileña en
el mundo sea poco expresiva (en torno al 2%).
Evidentemente, las cosas no
son tan sencillas. Hay numerosos factores que hacen que las relaciones
comerciales sean complejas. Por ejemplo, la agroindustria brasileña es un punto
destacado a nivel mundial, lo que puede causar una barrera de entrada para los
mexicanos que aún mantienen una estructura más familiar en esta área (basta
recordar que Francia, como otro ejemplo, teme demasiado la entrada de Brasil en
el mercado agropecuario europeo). La
burocracia, los impuestos y los costes son también factores concretos a tener
en cuenta.
Por otro lado, tanto México como Brasil
presentan un "mar" de oportunidades en diversas áreas, ya sea en
servicios, industria, comercio, acuerdos culturales y tecnológicos, en fin, en
todas las áreas existentes.
Para concluir, ya que en futuros
artículos se podrá detallar un poco más cada segmento, el mensaje es de
optimismo en relación con el futuro. Brasil necesita, de una vez por todas,
"salir al mundo" y promocionar mejor el país. Todavía existe una
imagen demasiado extendida de la samba y el carnaval, que es completamente
absurda, a pesar de que son símbolos extraordinarios de nuestra vasta cultura.
Tenemos que aprender a vender mejor Brasil; también es fundamental que nuestro
empresariado se abra más; hay muchas oportunidades ahí fuera, sin olvidar que,
para ello, son necesarias la seguridad jurídica y una política económica que dé
más apoyo a las empresas (que, por desgracia, aún deja mucho que desear).
¡Salud!
Camebra - Cámara de Comercio México-Brasil está a su
disposición.
www.camebra.mx
mlambiasi@camebra.mx
*Representante de Camebra en Brasil
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